Hace algunos meses atrás, los científicos señalaron sobre una abertura nunca antes detectada en la capa de ozono del Ártico. El inusual fenómeno se produjo por un flujo turbulento de aire frío (vórtice polar) que llevó sustancias que destruyeron las moléculas de ozono en la estratósfera. Pero la situación dio un giro en los últimos días.
Condiciones meteorológicas especiales provocaron un inusual agotamiento del ozono estratosférico sobre el Ártico esta primavera del hemisferio norte, del mismo modo que se produce desde hace décadas en la Antártida tras concluir el invierno austral.
La pérdida de este gas llegó al 30 por ciento en la vertical del Polo Norte, con temperaturas por debajo de -80 grados Celsius. Normalmente, la estratosfera sobre el Ártico es demasiado cálida y el vórtice polar demasiado inestable para que se den las condiciones que provocan la caída de ozono. Pero sucedió esta vez.
El agujero de ozono sin precedentes del hemisferio norte en 2020 ha llegado a su fin. El vórtice polar se ha dividido, pemitiendo la irrupción de aire rico en ozono en el Ártico”, afirma en su cuenta de Twitter el Servicio de Monitoreo de Atmosfera Copernicus, que señala que la situación ha seguido sus pronósticos de la semana pasada.
0 Comentarios